La industria lanera australiana enfrenta una fuerte retracción para la zafra 2024/25. Según el último informe del Australian Wool Production Forecasting Committee (AWPFC), la producción de lana caerá un 11,8%, con una proyección de 280,1 millones de kilos. Pero no solo baja el volumen de lana: también se estima una reducción del 12% en la cantidad de ovinos esquilados, que se ubicaría en 63 millones de cabezas.
Stephen Hill, presidente del comité, señaló que la actualización del pronóstico responde a una serie de factores que vienen complicando la operativa del sector, principalmente las condiciones de sequía persistentes que golpean al oeste del estado de Victoria y al sur de Australia. La situación, agregó, se replica en todos los estados del país, con una caída general tanto en la cantidad de animales como en el rendimiento por cabeza.
El productor australiano está tomando decisiones cada vez más condicionadas por los vaivenes del clima, los costos de los insumos y los precios internacionales. En Australia Occidental, por ejemplo, los volúmenes de prueba de lana cayeron un 17,8%, a eso se suma el impacto de las grandes inundaciones que azotaron Queensland, una región que, si bien aporta entre el 3% y el 5% del total nacional, sufrió daños importantes en infraestructura y pérdidas de ganado en zonas clave.
La caída de producción se extiende a todos los estados, aunque con variaciones: mientras Australia Occidental y el sur registran descensos superiores al 18%, Tasmania apenas muestra una baja del 1,1%.
En cuanto a la calidad de la lana, se espera un vellón promedio de 4,45 kg por cabeza, casi idéntico al de la temporada anterior. Las características técnicas muestran ajustes mínimos: el diámetro medio baja de 20,8 a 20,5 micras; la resistencia de la mecha cae de 34,9 a 33,4 N/ktex; y el rendimiento general baja del 65,8% al 64,7%. En contraste, la longitud de mecha crece levemente y no se observan cambios en la materia vegetal.
Los volúmenes de lana testeados por AWTA bajaron un 8,9% interanual hasta marzo. En contrapartida, la faena de ovinos aumentó un 29% entre julio y diciembre de 2024, cifra que supera en un 58% el promedio de los últimos cinco años.
Mirando hacia adelante, el AWPFC ya publicó su primer pronóstico para la campaña 2025/26, con una estimación aún más baja: 257 millones de kilos, lo que implicaría una caída adicional del 8,4%. La próxima actualización se espera para mediados de agosto, cuando se reúnan nuevamente los comités estatales y nacional, tras conocerse la actualización del stock ovino que publicará la Oficina Australiana de Estadísticas en junio.